top of page
Rafael Escrig, periodista y 'youtuber', posando para una foto.

Youtubers, los dioses de Internet

YouTube ha alcanzado unos índices de popularidad abrumadores. No hay adolescente que no haya escuchado hablar de esta plataforma o de sus contenidos. Y, por encima de todo, de los ‘youtubers’. Estos personajes, adorados en función del número de seguidores que acrediten sus respectivos canales, no son más que gente joven dispuesta a entretener al público con un determinado contenido. Unas figuras que empezaron a compartir sus vídeos con el mundo sin ningún ánimo de lucro y qué, gracias a los anunciantes, han hecho de su hobby una profesión.

Para algunos, YouTube ha sido un medio para alcanzar un fin. Paro otros, en cambio, es el fin. Entre los primeros encontramos el caso de músicos, cómicos o actores que empezaron en la plataforma como vía de escape para expresar su arte. Es el caso de Justin Bieber, Ed Sheeran o Pablo Alborán, entre otros. En el grupo de los segundos encontramos una infinidad de nombres que se han consagrado en YouTube como una profesión a la que le están sacando todo su jugo. Entre los nombres más afamados encontramos a El Rubius, Luzuvlogs o Patry Jordan, todos ellos pertenecientes a la comunidad hispanohablante.

Los géneros audiovisuales son de lo más variopintos. Desde videotutoriales hasta webseries pasando por recetas de cocina, consejos de belleza o parodias musicales. Pero los expertos coinciden en que hay dos tipos de vídeos que destacan sobremanera en cuánto a visitas y dinero que generan. Los gameplays, es decir, gente grabándose mientras juega a algún videojuego y comenta las partidas por encima, destacan por su facilidad para hacerlos y consumirlos. Poco más que una capturadora digital, un micro y un ordenador o consola para grabar vídeos de larga duración pero muy livianos a la hora de verlos. La facilidad para crearlos y la monetización que generan ha despertado una enorme competencia en este tipo de contenido. Los otros vídeos de enorme éxito son los denominados challenges o retos, contenido de poco calado y escasa carga cultural que se repite de forma sistemática como garantía de fama y de ingresos.

El 'youtuber' Carles Caparrós en uno de sus vídeos.

En la Comunidad Valenciana existe un importante caldo de cultivo en lo que a 'youTubers' se refiere. Esta región, según David Morales, es una mina de oro en cuanto a cultura. “La escena cultural, y en esto incluimos al audiovisual, de la Comunidad Valenciana, para el tamaño que tiene poblacionalmente, siempre ha sido muy superior en proporción al de otros sitios de España. Y esto lo podemos ver en que, por ejemplo, la Comunidad Valenciana es el sitio de España donde más bandas de música hay aunque tenga menos población que Cataluña o que la Comunidad de Madrid”, considera el experto en sociología. En lo que a YouTube se refiere, existen canales de todo tipo de contenidos y número de seguidores. Sin embargo, no son demasiados los que se atreven con los vídeos en valenciano.

Uno de los ‘youtubers’ más destacados es Carles Caparrós, más conocido en dichos lares como El Canal de Korah. Este locutor y actor de doblaje valenciano compagina su profesión con un hobby que ya se ha convertido en tarea. Con más de un millón de seguidores, su contenido se aleja de lo banal y apuesta por una combinación de humor y vídeos más serios y reflexivos. “Yo solo intento hablar de cosas que nos pasan a todos, cosas normales y las cuento a mi manera”, afirma el afamado ‘youtuber’. Empezó en mayo de 2012 y, como la mayoría de casos que arrancaron por estas fechas, “solo buscaba divertirme e invertir algo de tiempo libre”. Ahora, con más de 170 millones de visualizaciones totales, sube un vídeo semanal. ‘Doblando virales’ es la serie de contenidos humorísticos más conocida de su canal, donde realiza un doblaje en clave satírica de piezas audiovisuales almacenadas en Internet.

Otro caso es el de Rafael Escrig. Su historia es más reciente que la de Korah, se remonta tan solo hace un año y medio. Este periodista castellonense, tras graduarse, decidió abrir un canal de YouTube para producir contenido, pues consideraba que los blogs habían quedado obsoletos. Pese a que su nombre y apellido bautizan al canal, él se esfuerza en recordar que no trabaja solo. Su compañero Álex Ivars, graduado en comunicación audiovisual, forma la otra pieza de este tándem y se encarga de la grabación, edición, montaje, etc. Todo para ofrecer un contenido de la mayor calidad posible. Escrig compagina su faceta como ‘youtuber’ con al de ser el director de comunicaciones en el Atlético Saguntino, equipo de la Segunda División B. Con más de 50.000 suscriptores y 3 millones de visualizaciones totales, tiene claro que el futuro del periodismo está en esta plataforma. “La juventud y las nuevas generaciones van a consumir más o ya están consumiendo más YouTube que los medios convencionales”, afirma respecto a la trascendencia de esta plataforma entre la gente joven. De hecho, el propio Escrig vaticina una transición del periodismo desde los medios convencionales hacia YouTube. “Quise adelantarme un poco a ese cambio de tendencia para ya estar en YouTube cuando eso se produzca”, asegura.

El contenido de Escrig se basa exclusivamente en el fútbol. Reportajes, entrevistas, análisis y todo lo que tenga que ver con este deporte. No trabaja con guiones, anota ideas y estudia a los entrevistados. Ese es su método y la clave de su éxito. Su canal se estructura en dos tipos de vídeos: desplazamientos y visitas a algún club y vlogs hablando sobre algún tema futbolístico que esté de actualidad o le apetezca comentar. No son demasiadas las marcas con las que ha trabajado y gestiona él mismo todo lo que genera. Reconoce que tiene un target más adulto que la mayoría de canales actuales pese a que no elabora vídeos pensando en la franja de edad que los va a ver. “No produzco contenido pensando en la edad de la gente que lo va a consumir. Yo produzco contenido para el que le pueda interesar, el que le pueda gustar. Y, sobretodo, que me guste a mí”, admite orgulloso.

Salva Llorca, más conocio como Xaba_Alk, en su estudio de grabación. Autor: Ricardo Sabater

En el sector de los gameplays –partidas de videojuegos comentadas, para quién no esté especializado en la jerga de YouTube- destaca Xaba Alk. Este creador de contenidos es de l’Alqueria de la Comtessa, un pueblo cercano a Gandia, y cuenta con casi 50.000 suscriptores y casi 8 millones de visualizaciones totales. Es de los más veteranos del lugar, empezó en 2013 por entretener a sus amigos y compartir partidas de sus videojuegos favoritos. Hoy en día, compagina su trabajo fuera de la plataforma con su hobby, e incluso complementa su presencia en YouTube con un canal de Twitch para hacer streamings –o vídeos en directo, qué es lo mismo. Salva Llorca, ese es su verdadero nombre, reconoce que le gustaría vivir plenamente de la plataforma, pero que es una apuesta difícil de realizar. “Claro que me gustaría tener 10 o 15 millones de suscriptores y vivir de YouTube. Es lo que buscamos prácticamente todos”, asegura. No obstante, reconoce que las cosas han cambiado mucho desde que empezó. “Yo buscaba compartir mis vídeos. En aquel entonces prácticamente nadie vivía de YouTube, ahora muchos lo hacen. Si puedo vivir de la plataforma, me gustaría hacerlo”, reconoce honestamente.

Menos seguidores pero no por ello menos talento y carisma tiene El Renao. Es de los pocos que produce vídeos en valenciano. Natural de Sueca, este ambientólogo comenzó por aburrimiento y como medio para canalizar un humor irreverente y poco convencional. Cerca de 3.000 seguidores avalan un arte que el mismo considera ‘absurdo’. “Tomé influencias de ‘youtubers’ tipo Auronplay, porque era de los que más me gustaban entonces. No sé si alguno otro más. De El Rubius quizá, pero mis vídeos no se parecen demasiado”, afirma sobre las referencias que han nutrido su canal. No obstante, escogió su camino al hacer los vídeos en su lengua, “si me expresara en castellano no sería yo, no tendría esa esencia que tengo”, añade. Pese a que no se dedica profesionalmente a YouTube, invierte mucho tiempo en preparar los contenidos que luego sube a la plataforma. Una rutina que ha ido variado con el tiempo. En 2014, año en el que empezó, los vídeos eran fruto de la espontaneidad. Ahora elabora guiones para estructurar el contenido y organizar mejor todas aquellas ideas que quiere compartir. Y eso tiene unos resultados en cuanto a calidad respecto a los primeros vídeos.

El Renao en el lugar habitual donde produce sus contenidos. Autor: Ricardo Sabater

René Cuevas, ese es su nombre fuera del personaje que le da fama en YouTube, cree saber el porqué del éxito de la plataforma. “YouTube se diferencia de la televisión en que es un medio de comunicación libre. Un medio donde poder expresarte libremente sin tener ninguna censura como hay en la televisión”, afirma al mismo tiempo que reconoce que últimamente la plataforma se ha vuelto un tanto sectaria. Denuncia, como el resto de ‘youtubers’ entrevistados, la falta de transparencia y comunicación por parte de YouTube, plataforma que sin los vídeos de esta gente no sería nada ni podría obtener los beneficios que obtiene.

Desde el punto de vista profesional, YouTube destaca por dos cuestiones: el feedback y la responsabilidad de los creadores de contenidos. No es un trabajo al uso, y como cualquier otra profesión tiene sus aspectos positivos y negativos.

Pese al éxito de la plataforma y la consagración de algunos de los creadores de contenidos como auténticas estrellas del rock, no existe un gremio o asociación que los ampare. Los propios ‘youtbers’ admiten la necesidad de cimentar esta comunidad de creadores de contenidos porque, en muchas ocasiones, ni se conocen entre ellos. El sociólogo David Morales apunta que la fórmula legal de estos ‘youtubers’ de cara a Hacienda es en forma de autónomos. “No es una profesión regulada, no puede tener un sindicato”, añade sobre la situación de los ‘youtubers’.

© 2018 TFG - Ricardo Sabater

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
bottom of page